Para mí la terapia supone una relación especial de confianza, seguridad y acompañamiento a lo largo del proceso vital en el que una persona se encuentra en el momento en que decide solicitar ayuda.
Es importante intervenir lo antes posible para que el conflicto no se enquiste y percibir que existen formas diferentes de posicionarnos ante lo que nos preocupa, molesta o nos hace sufrir. Considero que
mi forma de trabajar es cuidadosa, respetuosa y acogedora con los pacientes y su proceso desde el primer contacto telefónico que tenemos. Respetando su ritmo y dando espacio para que se sientan cómodos. Prestando especial atención a las primeras sesiones, que estimo cruciales, en las que ambos nos conocemos y sentamos la base de nuestra relación terapéutica.
«No hace falta tener un problema grave o patología para empezar este proceso. Se puede abordar todo tipo de problema o suceso que hace sufrir y la persona por sí misma no consigue gestionar, sobrellevar, colocar, o hacerse cargo».
Las dos o tres primeras citas están dedicadas a la recogida de información, exploración y evaluación inicial. Esto será lo que guíe, junto con los objetivos que se marque el paciente, el inicio de la intervención, reformulando estos objetivos cuando sea necesario y a medida que avance la terapia.
Para el buen desarrollo de la misma es necesario un compromiso por parte del consultante de acudir mínimo una vez por semana en el comienzo para después, y a medida que se note mejoría, ir distanciando las sesiones quincenal/mensualmente a fin de programar un seguimiento más espaciado antes de finalizar el proceso cuando se considere oportuno.
Al tratar con menores es imprescindible la colaboración e implicación de los padres o tutores desde el inicio para conseguir una intervención completa. Por lo que habrá un trabajo individual con el menor alternando paralelamente con otras sesiones junto con los padres siempre que sea necesario *
Se lleva a cabo en sesiones de 60 minutos con el fin de atender cualquier problemática que en el momento actual haga sufrir a la persona que acude a consulta, tratando las dificultades personales del paciente y la relación con su entorno.
La terapia Familiar consiste en la exploración, evaluación y tratamiento del grupo familiar que solicita consulta, prestando atención a la familia y sus relaciones como conjunto, y a la problemática/sufrimiento individual de cada uno de sus miembros.
*Los adultos al cargo del menor siempre recibirán un feedback de las sesiones que se llevan a cabo sobre todo al inicio. Suelo coordinarme siempre que sea posible con el centro escolar y otros ámbitos en los que participa el niño/adolescente.
Es la indicada para casos en los que el paciente no pueda desplazarse por problemas importantes de salud.
Se realiza en el entorno natural de la persona, lo cuál puede ser muy enriquecedor para determinados casos concretos, sobre todo con menores, ancianos o personas con alguna enfermedad física o mental grave.
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Elisa López Caja